Redacción
La Clínica Universidad de Navarra (CUN) ha implantado por primera vez en España el dispositivo Cameron, un desfibrilador totalmente subcutáneo comercializado por Boston Scientific. Entre sus principales ventajas destaca la simplicidad en el proceso de implante, según ha explicado a Publicación Médica de Cardiología el Dr. Ignacio García Bolao, de la Unidad de Arritmias del Departamento de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la CUN.
Los Dres. Ignacio García Bolao y Naiara Calvo (en el centro), de la Unidad de Arritmias del Departamento de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la Clínica Universidad de Navarra, rodeados por el equipo de Electrofisiología.
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"Los desfibriladores convencionales se implantan a través del sistema venoso hasta el corazón, y el generador se implanta debajo de la piel. Por el contrario, el nuevo sistema es absolutamente subcutáneo, es decir, tanto el generador como el electrodo se implantan debajo de la piel. Esto tiene muchas ventajas, como que el procedimiento es más simple, menos cruento y está sujeto a menos complicaciones, porque no hay que llegar hasta las cámaras cardiacas. Estos beneficios quedan patentes, por ejemplo, si por algún motivo es necesario explantar el aparato del cuerpo, ya que el proceso es mucho más fácil. Por los mismos motivos, el desfibrilador Cameron es muy útil en casos infantiles”, ha indicado este especialista.
Externamente, el dispositivo es muy similar a un desfibrilador convencional, según ha definido el Dr. García Bolao: “Es un poquito mayor de tamaño, porque necesita algo más de energía para desfibrilar al paciente desde el tejido subcutáneo. Por lo demás, se parece bastante a un dispositivo endovascular o percutáneo”.
Proporciona más energía
Por el contrario, hay muchas diferencias internamente, especialmente por su capacidad para proporcionar más energía que otros dispositivos para desfibrilar al paciente: “El electrodo es ligeramente diferente, es mucho más resistente que los que se implantan dentro del cuerpo. El lugar del implante es distinto también, ya que se coloca en la cara lateral del tórax, a nivel de la línea axilar media. En cualquier caso, y a grandes rasgos, el sistema es bastante similar al de un desfibrilador convencional”.
Una de las diferencias con los aparatos empleados hasta ahora es que el desfibrilador Cameron no proporciona terapia antitaquicardia. En este sentido, el Dr. García Bolao hace referencia a los resultados del estudio MADIT-RIT, en los que se sugiere que dicha terapia “en algunos casos no es tan necesaria como se estimaba anteriormente”. Por el contrario, ha recordado que en algunos casos este desfibrilador subcutáneo puede ser la única alternativa para determinados pacientes, como el varón de 30 años que fue atendido en la Clínica Universidad de Navarra, cuya patología era un ventrículo único, tipo izquierdo, con transposición de grandes arterias y derivación cavopulmonar completa.
En cuanto a las ventajas para el paciente, el Dr. García Bolao ha destacado también que “el procedimiento de implante es más rápido en el caso del dispositivo subcutáneo, mientras que, a nivel estético, es muy similar y solo deja una pequeña cicatriz”. “Al igual que ocurre con el implante de otros desfibriladores, el paciente debe estar ingresado 24 horas y necesita anestesia local para la intervención”, ha añadido. Como toda nueva técnica, el profesional sanitario necesita un aprendizaje del procedimiento del implante. En este caso, dicho proceso de formación “no es excesivamente complejo”, según el especialista de la Clínica de Navarra: “Es un procedimiento estándar, incluso hemos simplificado bastante la técnica”.
- Pinche aquí para leer el artículo editorial titulado ‘Improved programming of ICDs’, publicado en The New England Journal of Medicine.
- Pinche aquí para leer el artículo ‘MADIT-RIT: Simple programming change averts most inappropriate ICD therapy’, publicado en The Heart.
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